Ciencia popular: yogures caducados
Hoy que vivimos en el salubre mundo de las fechas de caducidad y de consumo preferente, muchos yogures se van a la basura cuando se pasan de fecha, pero el yogur natural —el que no tiene aditivos ni mandangas de ningún tipo— es comestible durante semanas o meses si se mantiene cerrado, incluso fuera del frigorífico (máxime si es pasteurizado).
El yogur es leche fermentada por unas bacterias. Con el paso del tiempo, la fermentación continúa acidulando el yogur y evita que proliferen determinados microorganismos perjudiciales, pero su sabor también es más ácido y por eso los fabricantes ponen fechas de caducidad tan prontas: para evitar que la gente confunda ácido —aunque perfectamente comestible— con estropeado. (De todos modos, necesita superar en bastantes días la fecha de consumo preferente para tomar sabor ácido.)
Así que la próxima vez que te encuentres con un yogur muy pasado de fecha en tu frigorífico, úsalo para la ensalada o añádele más azúcar o miel cuando lo comas, pero cómelo sin miedo.
Y no dejes de consumir yogur y otros productos lácteos prebióticos y probióticos, que sabemos que son muy saludables.
Tomado de artículos de Joe Schwarcz.
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